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12.7.07

El ministro, el arquitecto y las butacas


Con frecuencia la técnica avanza más rápido que nuestros propios hábitos. Los primeros autos parecían carretas con motor ya que esa era la imagen más cercana a la que se podían aferrar sus inventores. Y por más que nuestros zapatos esten hechos con materiales que no existían hace 10 años, seguimos atándonos los cordones como lo hacían nuestros antepasados hace 1000.

A finales de los ´80, Francia celebró aparatosamente la construcción de su nuevo Ministerio de Economía, un enorme mastodonte de concreto junto al Sena. Mientras el ministro describía con lujo de detalles los avances tecnológicos de ese edificio increíblemente inteligente, digno del Brazil de T. Gilliam, un sociólogo solitario señalaba con acierto que el ministro y el arquitecto se habían equivocado de paradigma. Habían realizado un proyecto coherente con el Paris del siglo XIX y la revolución industrial, acumulando miles de funcionarios en el centro de una ciudad ya colapsada, en lugar de imaginar un sistema diferente más acorde con el auge de las comunicaciones, que hubiera permitido por ejemplo descentralizar los servicios.
El resultado hubiera sido más efectivo, más económico y más audaz aunque no hubiera habido mole que inaugurar. Omisión que hubieran lamentado tanto el ministro como el arquitecto.

Con el cine ocurre algo parecido. Llevamos un paradigma de retraso. Las grandes salas de la época de oro fueron reemplazadas por multicines más acordes con la atomización de la oferta y del público, pero seguimos sin modificar el paradigma de las butacas en hilera. Salvo en casos puntuales como museos o salas fuera del circuito comercial, ver cine sigue siendo sinónimo de sentarse en una butaca en hilera, pese a que el sistema digital (desde lo mejor como el HD hasta lo más barato como el DVD) permite hoy ver cine en buenas condiciones en casi cualquier recinto y de cualquier manera (recuerdo haber visto Un perro andaluz tirado en unos colchones en el hall de un museo de arte moderno). Algunos exhibidores proponen variantes, como una de las últimas salas del circuito MK2 en Paris, que implementó butacas dobles, pero no modifican lo esencial. Las salas siguen siendo basicamente las mismas y el público las frecuenta cada vez menos.

Hoy la técnica nos permite cambios que solo requieren imaginación. Y justamente eso es lo que nos falta: imaginación para crear nuevos lugares acordes a nuestros cambios de hábito. Seguimos, como el ministro y su arquitecto, prisioneros de un paradigma superado.

7 Comments:

  • recuerdo haber caido en una de esas butacas dobles, durante el festival de berlin. tienen su encanto. aun cuando uno va solo, a riesgo de terminar frotandose las carnes con un espectador de 280 kilos, pelado, con mal aliento y que ya vió (y ahora comenta) la película en cuestión, siempre se agradece la aventura del cambio. Sospecho que en materia de exhibición se avecina un cambio. Por un lado veo el camino de IMAX y las películas como recitales de rock, y por el otros los cineclubes, los cines desde el sillón, las salas para 20 personas, etc...

    By Blogger perez, at 3:15 p. m.  

  • Lo extraño con el asunto de las butacas dobles es que fueron presentadas como un cambio revolucionario. En realidad se trata de asientos que, como en los aviones, tienen un apoyabrazos articulado que se puede colocar verticalmente.

    Una modesta revolución...

    By Blogger rinconete, at 9:21 a. m.  

  • Amigos, ¿Qué pasó con el estreno de Reyes y reina que habían anunciado para el jueves? Miré en un par de sitios y desapareció de los estrenos de este jueves. ¿Ya no la estrenan? Saludos. Martina

    By Anonymous Anónimo, at 12:56 p. m.  

  • hola Martina, por problemas con la calificación de la película, postergamos el estreno de REYES para el 16 de agosto, pero mientras tanto, y para saciar el apetito por el mejor cine francés adelantamos el estreno de FLANDRES para el 26, o sea la semana próxima.

    By Blogger perez, at 1:44 p. m.  

  • Todo mal. Qué asco butacas compartidas, bastante cuando un desagradable se te sienta en la butaca del lado.

    Nunca se me había ocurrido sobre las distintas formas de ver cine. Por mi capacidad de dormirme en las películas, la idea del colchón tiene sus inconvenientes.
    Aunque... despues de todo, también me duermo en las duras butacas de algun cine viejo de acá.

    Pero estoy de acuerdo con la modalidad sillón. Estaría bueno "alquilar el sillón" por película. Digo... para evitar la presencia del desagradable.

    Bueno... hoy estoy media fifi.

    Pd: soné forra y careta... es que el mal aliento de la gente alrededor siempre me pone de mal humor.

    By Blogger Ju, at 10:42 p. m.  

  • Juli
    Ni forra ni careta. No está mal lo de alquilar todo el sillón o el sofá. Sería una buen sistema para aumentar la taquilla.

    Finalmente el miedo al mal aliento salvaría a la industria cinematográfica!

    PS: Te prometí que mi próximo posteo sería sobre una película que me gustara pero con Il Caimano no cumplí del todo mi palabra.
    Brazos en cruz y de rodillas sobre maiz...

    By Blogger rinconete, at 9:20 p. m.  

  • Hello. And Bye.

    By Anonymous Anónimo, at 1:38 a. m.  

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