Salas míticas
¿Que es lo que hace que una sala de cine sea mítica?
Pareciera haber dos caminos posibles: la arquitectura o la programación. En el primer caso, el talento del arquitecto o el exceso de su arquitectura pueden generar un lugar distinto, algo tan fuera de lo común que logre incluso compensar una programación mediocre.
Recuerdo el Raj Mandir , una sala impactante en Jaipur, al norte de la India. Estuve cuatro horas mirando un musical indio del que no recuerdo nada, salvo la interacción del público con los personajes y la escala descomunal del lugar.
En ese grupo incluiría también a La Pagode, una minúscula sala parisina de arquitectura más o menos oriental, con una buena programación.
Recuerdo por último El Rosedal, una sala que fue mítica al menos en mi infancia, a fines del siglo XVII. Entre dos funciones (digamos entre La novia de Frankestein y El enigma de otro mundo) el techo del cine se abría para ventilar el ambiente y uno podía ver las estrellas mientras comía maní con chocolate. De lujo.
En el segundo grupo, el de las salas míticas por su programación, empezaría por la Lugones. Además de estar ubicada en el grandioso Teatro San Martin, es de esos pocos lugares donde se puede ir sin consulta previa. Lo que sea, Orson Welles, Emmanuel Mouret, cine coreano de los ´60 o incluso algún musical indio, siempre vale la pena.
El amigo cinefrik, el Tintín de 791, descubrió en una galería de Bruxelas el Cinéma Arenberg, que cumple con los dos paradigmas (buena arquitectura y buena programación). Parece ser la sala con la que todos soñamos, no muy grande, cómoda, con un café estupendo y una muy buena programación (mezcla de inéditos como Keane y clásicos como Gilda). Un lugar exquisito donde el clásico pochoclo fue remplazado por castañas de cajú, dulces y saladas.
Y como decía el tío Titiño, nada mejor para incentivar lo mítico que comer castañas de cajú mirando a Rita Hayworth.
10 Comments:
yo, que soy menos viajado que rinconete, y mas joven, quisiera que me ilustren sobre otras salas o cineclubes miticos, como el losuar, o Hebraica, o el Núcleo...
By perez, at 5:21 p. m.
Hebraica podría entrar en la misma liga mítica que la Lugones, sin duda. Sus butacas espartanas y el extraño gato que se paseaba adentro durante las proyecciones eran parte del encanto.
En la misma liga agregaría el cine Studio de Santa Fe y Pueyrredón (creo que ahora hay un Burger King), el Roxy que ya ni me acuerdo donde estaba y el Lorraine de la avenida Corrientes (hoy es un teatro).
By rinconete, at 6:35 p. m.
mistico era el cine Lido de Nuñez o el que habia donde ahora esta "El Teatro" con doble programa de peliculas de Bond, Bud Spencer y Terrence Hill o de ninjas de Shô Kosugi.
Mucho avion y poco bondi por ahi.
En El Lido cuando mirabas para arriba no se veia nada, por que lo importante estaba delante en la pantalla.
Se ve que toda la vida miraste para otro lado.
... a me olvidaba el Electric es el unico mistico que queda, el unico que te da la posibilidad de dormirte una siesta entre la mañana y la tarde cuando buscas laburo (doble funcion a precio menor a una entrada).
By Anónimo, at 8:28 a. m.
De Madrid me viene a la mente casi al instante, leyendo este gran post, una sala mítica: la sala 1 del Cine Doré (Filmoteca), con sus asientos rojos, sus palcos laterales que ya no se usan, sus subtítulos a veces un poco fallones, su gran programación mensual y esas luces de bombillas de colores que se apagan en cuanto llega la luz a la pantalla, bueno, se apagaban, las últimas veces que he ido ya no lucen, una pena. Sin duda una sala mítica por su arquitectura, por su programación, y bueno, también por su mucha historia.
By mikto kuai, at 8:55 a. m.
Amigo mikto kuai, la sala parece excelente, incluyendo su increíble fachada. Es, como la de Bruxelas, un caso de ¨doble paradigma¨: acabo de consultar la programación que es también muy buena (Desde Melies hasta Ford, pasando por Depardon y Fellini). De lograr tener una sala algún día creo que trataría de pescar en esas aguas (con más estrenos probablemente, pero con muchas películas diferentes rotando en cada función).
By rinconete, at 9:52 a. m.
Anónimo de Nuñez:
Me descubriste. Al Roxy, al Rosedal, al Lorraine y al Studio solía ir en avión. Era un Cessna 172 que dejaba estacionado en la esquina de casa.
By rinconete, at 9:58 a. m.
Fui la semana pasada al Atlas Lavalle, y la verdad esa sala es imponente. capacidad 1600 personas!!
Pantalla para reproducir en 70mm, no se si estará en funcionamiento, sería lindo que alguien (791 cine) se encargue de poder tener una funcion especial, no?
By Anónimo, at 10:18 a. m.
No estaría mal. En algún momento pensamos en el Atlas Recoleta que, creo, se puede alquilar para funciones especiales.
Algún día tendremos nuestra sala...
By rinconete, at 11:16 a. m.
querido rinconete, me sorprende que se te olvide el mitico cine Ariel sobre Ejercito Nacional ya que alli empezo tu carrera cinematografica. No creo que te acuerdes del Arc en Ciel en rue Saint Charles donde te lleve a ver a los 4 anios Johnny Guitar.
saludos transatlanticos
By Anónimo, at 12:27 p. m.
El cine Ariel, en la colonia Polanco. Ahi programaron¨La Madrastra¨, un bodrio que aún recuerdo por que fue en esa película que vi o crei ver o alguien me contó que vió, el primer desnudo femenino cinematográfico.
Recuerdo que fue en el Ariel que alguien, probablemente excedido por una programación aún peor, tiró un chocolate a la pantalla. Quedó pegado y fue cayendo de a poco a medida que se fundía por efecto del proyector. Mientras duró el proceso ningún espectador le prestó demasiada atención a la película.
Cosa que no dejaba de ser una ventaja.
By rinconete, at 3:54 p. m.
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