Los Amantes
La necesidad de un circuito de cine de autor, como los que existen en otras partes del mundo, se enuncia constantemente desde que yo tengo memoria. Hace unos años, sobre las ruinas del cine Savoy, en Belgrano, nació el cine Arteplex. La buena repercusión (suponemos) de este emprendimiento propició la creación del Arteplex Caballito (en este caso sólo un cambio de nombre al Cineduplex Caballito), y del Arteplex Centro (sobre un ex-cine porno, donde a su vez había funcionado antes el Cine Arte). El éxito de este emprendimiento (suponemos), o la necesidad de un circuito todavía insatisfecha propició el nacimiento del Arte Cinema, salas flamantes instaladas en el inesperado barrio de Constitución.
Hace pocas semanas ésta última se convirtió en Espacio INCAA. Esto, que para muchas salas de nuestro país (cineclubes, muchas veces) es una bendición, fué para el Arte Cinema (suponemos) una derrota. La programación, pretendida estrella del espacio, va a estar a partir de ahora en manos del Instituto de Cine. La idea de traer lo mejor del cine de autor argentino, pero también latinoamericano y del resto del mundo no terminó de concretarse nunca. El público, posiblemente ahuyentado por la distancia y la (supuesta) peligrosidad del barrio, no se apropió nunca de este sueño.
Pero los Arteplex siguen funcionando. ¿Cómo? Auspiciantes. ¿Cuáles? Los anunciantes que generalmente encontramos en los programas de las salas independientes (cotillones, casas de computación o empanadas, etc...) no podrían (suponemos) permitirse una erogación tal que pudiese apoyar demasiado al mantenimiento de la sala. El Main Sponsor no viene, tampoco, de ninguna empresa relacionada con lo cinematográfico ni lo artístico, sino de un local de productos eróticos: Kisme (¿de Kiss me? Quizás). Esto, sumado al ex-cine triple equis del Arteplex Centro y la zona roja del Arte Cinema, nos lleva a preguntarnos si no habrá algún vínculo secreto entre Bergman y las protesis peneanas, Kiarstami y los perfumes afrodisíacos o Haneke y la lencería erótica.
Creo que los fanáticos de siempre deberían dedicarle un poco de seso a esta intriga antes de que, inevitablemente, acusen al Arteplex de atentar contra las buenas costumbres de la publicidad en cines, el buen gusto en el diseño gráfico o lo que sea . Cualquier apoyo (incluso el de Kisme) al cine de autor (incluso en DVD proyectado) es bienvenido.
Se escuchan ofertas.
Hace pocas semanas ésta última se convirtió en Espacio INCAA. Esto, que para muchas salas de nuestro país (cineclubes, muchas veces) es una bendición, fué para el Arte Cinema (suponemos) una derrota. La programación, pretendida estrella del espacio, va a estar a partir de ahora en manos del Instituto de Cine. La idea de traer lo mejor del cine de autor argentino, pero también latinoamericano y del resto del mundo no terminó de concretarse nunca. El público, posiblemente ahuyentado por la distancia y la (supuesta) peligrosidad del barrio, no se apropió nunca de este sueño.
Pero los Arteplex siguen funcionando. ¿Cómo? Auspiciantes. ¿Cuáles? Los anunciantes que generalmente encontramos en los programas de las salas independientes (cotillones, casas de computación o empanadas, etc...) no podrían (suponemos) permitirse una erogación tal que pudiese apoyar demasiado al mantenimiento de la sala. El Main Sponsor no viene, tampoco, de ninguna empresa relacionada con lo cinematográfico ni lo artístico, sino de un local de productos eróticos: Kisme (¿de Kiss me? Quizás). Esto, sumado al ex-cine triple equis del Arteplex Centro y la zona roja del Arte Cinema, nos lleva a preguntarnos si no habrá algún vínculo secreto entre Bergman y las protesis peneanas, Kiarstami y los perfumes afrodisíacos o Haneke y la lencería erótica.
Creo que los fanáticos de siempre deberían dedicarle un poco de seso a esta intriga antes de que, inevitablemente, acusen al Arteplex de atentar contra las buenas costumbres de la publicidad en cines, el buen gusto en el diseño gráfico o lo que sea . Cualquier apoyo (incluso el de Kisme) al cine de autor (incluso en DVD proyectado) es bienvenido.
Se escuchan ofertas.
11 Comments:
Habria que ver como hacen los que están a cargo del Cineclub Municipal Hugo del Carril, ubicado en la ciudad de córdoba. Basta ver la calidad de la programación y sus precios para darse cuanta de que es uno de los mejores de la argetnina), si no el mejor.
By Anónimo, at 8:26 p. m.
Habria que ver como hacen los que están a cargo del Cineclub Municipal Hugo del Carril, ubicado en la ciudad de córdoba. Basta ver la calidad de la programación y sus precios para darse cuanta de que es uno de los mejores de la argetnina), si no el mejor.
By Anónimo, at 8:26 p. m.
yo soy uruguayo, y nunca fui a un arteplex, la unica vez que fui a un cine en argentina fue a ver muerte en un funeral en proyeccion DVD. ¿EN EL ARTEPLEX PASAN PUBLICIDAD PORNO? o eso entendi. pueden aclararlo???
By Martin, at 12:14 a. m.
no Martin, hay un cartel en el frente de la sala (ver foto), más grande que el nombre del cine, promocionando un sex shop. No hay publicidad porno (todavia)
By perez, at 11:50 a. m.
no Martin, hay un cartel en el frente de la sala (ver foto), más grande que el nombre del cine, promocionando un sex shop. No hay publicidad porno (todavia)
By perez, at 11:50 a. m.
con respecto al Hugo del Carril, ese espacio genial donde muchas veces estrenamos nuestras películas, necesita, para existir, de un circuito en Buenos Aires que justifique la distribución de una película que, mucho después en la mayoría de los casos, se va a proyectar en Córdoba. Solamente así puede pagar un precio muy módico por alquiler de películas que ya están amortizadas por otros circuitos, y cobrar entradas tan baratas...
By perez, at 1:58 p. m.
Es una pena la pérdida del ArteCinema.....
Saludos!
By youth, at 10:23 p. m.
La pornografía está intimiamente ligada al cine arte en la Argentina.
Como señaló el amigo perez, un conocedor del medio ya que pagó gran parte de sus estudios trabajando de extra en pornos caseras, el actual Arteplex centro fue antes un cine porno y antes el famoso cine Arte.
Además gran parte del éxito comercial del cine de Bergman, experiencia fundacional del cineclubismo argentino, se debió a la creencia de que se trataba, al menos en parte, de cine porno.
Creo que podríamos alentar ese tipo de malentendido con nuestros estrenos o incluso con los del amigo Z, otro gran conocedor del medio X aunque según lo que nos explicó, por razones muy diferentes a las del amigo perez.
By rinconete, at 2:24 p. m.
En "Los idiotas" hay un buen ejemplo del estrecho vínculo entre cine de autor y porno.
Uds. bien podrían organizar un ciclo en sociedad con Víctor Maytland.
By Aberel, at 12:07 a. m.
Nuestros accionistas lo agradecerían...
By rinconete, at 9:43 a. m.
yo iba mucho a ese cine, me acuerdo que ahí fui a ver la primera de Harry potter y algunas más infantiles.
viví siempre en un alquiler de departamentos en buenos aires por esa zona y se extraña mucho el arteplex
By Santiago, at 5:52 p. m.
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