La Novia Siria

Para mi hay dos noches ideales para ver cine, la del lunes y la del martes. Estoy seguro que muchos cinéfilos estarán de acuerdo conmigo.. Es cuando se puede ver una película tranquilo, sin pochoclo, sin comentarios, sin apretujones, escencialmente sin gente. Tuve que elegir entre ver algún blockbuster en alguna sala cómoda en formato fílmico o ir al Cosmos a ver una película de festival en formato DVD. Hasta último momento no me decidía. Como anoche no me dolía tanto la espalda terminé optando por ir al Cosmos a ver La Novia Siria, film israelí dirigido por Eran Riklis.

Apenas comenzado el film me alegré de mi decisión porque ciertamente es un cine un poco distinto, con buena parte de los ingredientes que me gustan, drama humano, tensiones sociales, peleas familiares y una aproximación al tema sin claros buenos y malos, sino todos un poco víctimas de la historia. En este sentido, siendo una película israelí que trata sobre los druzos que quedaron en los Altos del Golán bajo territorio israelí, es muy políticamente correcta, un poco demasiado tal vez.

La película es correcta, prolija, bien dirigida y más o menos bien actuada, pero al salir del cine no pude dejar de pensar en lo que a veces me sucede con el cine argentino. Hay determinandas películas que no me gustan, pero que sin embargo les va bien en festivales internacionales y son un éxito de público fuera de argentiina. Para mi como argentino me resultan simplistas y no realistas, sin embargo, el espectador extranjero las ve con mucha más distancia y les exige menos verosimilitud respecto al fenómeno social que están describiendo. Con La Novia Siria, ¿no sucederá lo mismo?