Duplicidad
Como sostuvo el humorista Carlos Balá frente al inesperado fracaso artístico de Dos locos en el aire , no alcanza con buenas actuaciones para lograr una obra maestra.
Clive Owen, que como perez no había nacido cuando se estrenó aquella perla de nuestro cine de autor, podría sin embargo argumentar lo mismo. Él y Julia Roberts, sobre todo ella, magnífica, cuya sola presencia iluminaría incluso un film de Ulrich Seidl, llevan adelante con talento la difícil tarea de desenredar el nudo, según la expresión de Luciano Monteagudo.
Pero el problema está en el guión. El director, Tony Gilroy, que brilló como guionista de la paranoica saga Bourne y un poco menos como director de Michael Clayton parece caer en la trampa de Aliens, la terrible secuela de Alien.
Como recordarán los fans de Cacho Scott, luego del éxito de Alien un productor tuvo la idea brillante de hacer una secuela con muchos aliens (¨Si funcionó con uno, imaginate el resultado con un montón de monstruitos!¨) dirigida por el testosterónico James Cameron que hizo padecer una sobredosis de rayos gamma a Sigourney Weaver, alterando su funcionamiento biológico y transformándola en el Lou Ferrigno femenino que podemos ver en la desopilante secuela.
Como aquel productor, Tony Gilroy decidió incrementar el éxito de su segunda película, aumentando golosamente las conspiraciones, flash-backs, tramas y subtramas, trucos y trampas inesperadas, espolvoreadas con unos toques de farsa y comedia romántica.
Duplicidad podría haber pescado en las aguas de Ayer otra vez, del gran Johnnie To o de la elegante The Thomas Crown Affair de Norman Jewison, pero lamentablemente se pierde en los laberintos de su propia destreza.
Clive Owen, que como perez no había nacido cuando se estrenó aquella perla de nuestro cine de autor, podría sin embargo argumentar lo mismo. Él y Julia Roberts, sobre todo ella, magnífica, cuya sola presencia iluminaría incluso un film de Ulrich Seidl, llevan adelante con talento la difícil tarea de desenredar el nudo, según la expresión de Luciano Monteagudo.
Pero el problema está en el guión. El director, Tony Gilroy, que brilló como guionista de la paranoica saga Bourne y un poco menos como director de Michael Clayton parece caer en la trampa de Aliens, la terrible secuela de Alien.
Como recordarán los fans de Cacho Scott, luego del éxito de Alien un productor tuvo la idea brillante de hacer una secuela con muchos aliens (¨Si funcionó con uno, imaginate el resultado con un montón de monstruitos!¨) dirigida por el testosterónico James Cameron que hizo padecer una sobredosis de rayos gamma a Sigourney Weaver, alterando su funcionamiento biológico y transformándola en el Lou Ferrigno femenino que podemos ver en la desopilante secuela.
Como aquel productor, Tony Gilroy decidió incrementar el éxito de su segunda película, aumentando golosamente las conspiraciones, flash-backs, tramas y subtramas, trucos y trampas inesperadas, espolvoreadas con unos toques de farsa y comedia romántica.
Duplicidad podría haber pescado en las aguas de Ayer otra vez, del gran Johnnie To o de la elegante The Thomas Crown Affair de Norman Jewison, pero lamentablemente se pierde en los laberintos de su propia destreza.
9 Comments:
Y yo que tenía ganas de verla...
By La spectatrice, at 8:28 p. m.
Lo siento...
By rinconete, at 10:09 a. m.
aguafiestas
By perez, at 1:35 p. m.
La musica no es mala...
By rinconete, at 6:59 p. m.
Intenté verla dos veces, y las dos veces me quedé dormida. Aún así apuesto a una tercera oportunidad (tomaré un litro de café negro), sólo por el placer de criticarla con conocimiento de causa.
Saludos. :)
By La spectatrice, at 5:06 p. m.
Ojo, el amigo perez puso a punto el famoso ¨sistema perez de calificación de películas¨ que tiene la ventaja de no requerir verlas.
Si te interesa te podemos mandar el kit.
By rinconete, at 5:46 p. m.
spectatrice, espero por su bien que se haya quedado dormida dos veces en el cine y que pague su entrada para verla despierta. Caso contrario nos veremos en la obligación de pasarle sus datos a nuestros Granaderos Antipirateria...
By perez, at 4:13 p. m.
Una cosa es segura, estimado Pérez: las películas distribuidas por 791, las miro en el cine o las alquilo como Dios manda... Lo más importante es que nunca, nunca me duermo.
By La spectatrice, at 3:11 p. m.
El agnóstico perez estará tentado en lanzar un debate sobre la falsedad de los mandatos divinos referidos al alquiler de películas de autor, pero por mi parte me limito a señalar lo más importante: una cinéfila no se duerme nunca, pero nunca, frente a una película distribuída por 791.
By rinconete, at 3:19 p. m.
Publicar un comentario
<< Home