El Asaltante

La moral suele complicar la vida de los directores de cine. Si la película es violenta, deben argumentar que en realidad son buenos padres de familia. Si hay algún personaje antisemita, hablarán de su amigo judío o si el asesino es pelirrojo, deberán aclarar que no es una generalización ya que conocen al menos a un pelirrojo que no es asesino.

Lo peor es cuando la justificación no es dada a posteriori sino que preventivamente está incluída dentro de la misma obra. El propio film esclarece entonces al espectador sobre el inconveniente moral de matar o robar y el espectador, previsiblemente, muere de tedio.

Nada de eso ocurre en El Asaltante, opera prima de Pablo Fendrik estrenada en el Arte Cinema. En tiempo real, con una cámara nerviosa y una fotografía excelente, la película nos hace seguir al gran Arturo Goetz en su periplo delictivo.

Como nosotros, el director parece desconocer las razones que impulsan a su personaje y solo se limita a observarlo. No hay explicaciones ni flash-backs salvadores. No es una crítica al sistema o un grito desgarrador sobre una sociedad que perdió el rumbo y se hunde en el delito. Es solo una buena narración muy bien filmada.

Algunas debilidades, como el personaje interpretado por Bárbara Lombardo que complica innecesariamente la trama, no disminuyen el placer del espectador que, al menos esta vez, se salva de que lo eduquen.



PS: No tiene nada que ver con el tema pero empecé mi semana escuchando la magnifica versión de John Cale de Hallelujah. El resultado, como era de esperar, fue devastador. No veo por que debería quedarme solo en este transe: http://www.youtube.com/watch?v=ckbdLVX736U