791blog

30.1.08

Como el sol cuando amanece...

Hace no mucho, unos meses, me llamó la atención en Otroscines.com, el sitio del crítico Diego Batlle, la publicidad de una película italiana de un director con nombre de mujer. No de una mujer italiana, más bien una mujer de Winsconsin. Aunque no era el nombre sino más bien la existencia misma de una película italiana lo que me resultó sorpresivo. Libero se estrenó poco después y, para mi sorpresa (la segunda), tuvo criticas bastante elogiosas. Hace mucho que no veo una película italiana, pero no recuerdo cuál fué la última que se estrenó que hiciera algún honor a una cinematografía que se ganó un capítulo propio en los libros de historia de cine (¿y para cuándo un apartado sobre el Nuevo Cine Argentino en las enciclopedias?).

Mi desconfianza natural (y la tendencia que tenemos los distribuidores a la Teoría Conspirativa) me hizo sospechar lo peor, aunque pronto descarté la idea conociendo un poco al amigo Batlle. La duda entonces quedó alojada en algún rincón de mi cerebro hasta que ví la película, hace unos días, y gracias a la inestimable generosidad del amigo C.

Entonces lo descubrí. La película es buena. Incluso diría bastante buena (que es algo asi como un Casi Muy Buena). La historia de un padre y sus dos hijos, especialmente de su hijo menor, la ausencia-reaparición-ausencia de la madre, un torneo de natación y muchas ganas de jugar al futbol. Pero no...no era eso. No. El director, el de nombre de Miss Winsconsin, es además el protagonista. Y esto tampoco podía ser, a mi juicio, el porqué de la crítica favorable, incluso cuando Kim R. Stuart resultó un buen actor. Resulta que, además de reunir los roles de dirección y actor, Kim es a la vez parecido a Nanni Moretti (un parecido muy conveniente, aunque un poco mestizado en su caso con el gran Gabriel Corrado) y también un casi-siamés del anteriormente mencionado Diego Batlle.

Esto cambia completamente nuestros planes, de más está decirlo. Será una tarea titánica encontrar películas de Tsai Ming Liang o de Jia Zhang Ke con protagonistas muy parecidos a Diego Lerer, o al benemérito "Lucky" Luciano Monteagudo, pero ningún esfuerzo será poco si de una crítica a favor se trata.

23.1.08

El otro hermano

Una teoría que circula por los oscuros pasillos del medio cinematográfico sostiene que Tony Scott no sería el único hermano cineasta de Ridley. Además de aquel hermano bobo, el director de Gangster Americano tendría otro hermano cuyo nombre no trascendió y que llamarémos por comodidad, Cacho.

Según esta teoría el personaje oculto sería el verdadero director de las excelentes Los Duelistas, Alien y Blade Runner , las tres primeras obras erróneamente, ahora la sabemos, atribuídas a Ridley. Cacho Scott, muchacho de gran talento como todo hermano menor además de artista sincero y fóbico confeso decidió eliminar su nombre de los créditos para no tener que soportar el peso de la fama. Su hermano mayor habría aprovechado la oportunidad para salir de la sombra de una carrera publicitaria exitosa aunque vacua y ganar así los favores de Mamá Scott, siempre proclive a favorecer al menor. La sociedad fraternal funcionó hasta el estreno de Alien. Por alguna razón que la teoría no explicita, Cacho Scott decidió entonces abandonarlo todo y escapar a los confines del universo conocido. Abrió un parripollo en Bella Vista (en donde luego conocería a perez, pero eso es otra historia) dejando de lado su promisoria carrera.

Eso explicaría el terrible bache que la producción de Ridley empezó a mostrar a partir de ese momento: 1492 La Conquista del Paraíso, G.I. Jane, La Caída del Halcón Negro hasta el bochorno final, la irremediable muerte cerebral de A Good Year, un pintoresco folleto turístico sobre las bondades de la Provence francesa. Aparentemente fue esta última película, que Cacho Scott alquiló en un videoclub de San Miguel, la que lo incitó por amor fraternal y espanto artístico a salir de su exilio voluntario.

American Gangster es el resultado de una novedosa colaboración a distancia entre los dos hermanos (por suerte el parripollo fue transformado a fines de los ´90 en locutorio, cambio que facilitó las comunicaciones entre ambos). Sin jugar en las ligas mayores en las que brillan las tres maravillas antes mencionadas, American Gangster es una buena película. Está plagada de referencias que rinden homenaje a sus mayores (El Padrino, Buenos Muchachos y Scarface) y la actuación del gran Denzel Washington es magnífica. Tan buena que atenúa la de Russell Crowe, conocido cantante de origen australiano.

En los próximos días haremos circular una petición para que Cacho Scott abandone definitivamente el rubro telefónico y vuelva a su pasión original.