Climas
Ayer estrenamos Climas, de Nuri Bilge Ceylan. Pese a que me cuesta hacerlo, debo agradecer publicamente al amigo perez el haber conocido a este gran director turco.
Climas es su cuarto largometraje, premiado por la crítica en Cannes (el siguiente, Three Monkeys recibió el premio al mejor director). El film describe el desmoronamiento de un matrimonio (interpretado por el propio Ceylan y su hermosa esposa Ebru Ceylan) marcado metaforicamente por el transcurso de las estaciones (de ahi el nombre de la película, como ya se habrán dado cuenta los lectores más perspicaces). El impactante manejo de la cámara digital hace de los fabulosos paisajes turcos (Estambul, las montañas bajo la nieve, las ruinas romanas al sol) el tercer personaje de la historia.
Ceylan ama a Antonioni. Hay un cierto formalismo en su manera de filmar que viene probablemente de esa pasión, como señala Monteagudo en su crítica, pero creo que eso logra que la historia sea aún más sólida. Aunque esa es sin duda la opinión de un formalista patológico.
Una excelente escena del final de la película resume bien toda la historia. Monteagudo la describe en su crítica:
El mejor momento de este tramo, sin embargo, es un prolongado plano secuencia en el interior de una camioneta en la que se adivina el frío y en la que Isa intenta explicar sus sentimientos a Bahar, mientras son constantemente interrumpidos por las diligencias propias de un equipo de filmación en un día cualquiera de trabajo. Ese contraste entre la banalidad cotidiana y un momento crucial en la vida de los personajes le da una intensidad muy particular a la escena.
Aconsejo también la crítica de Diego Batlle en La Nación.
En Arteplex Centro Diagonal Norte 1150 / Arteplex Belgrano Cabildo 2829
Climas es su cuarto largometraje, premiado por la crítica en Cannes (el siguiente, Three Monkeys recibió el premio al mejor director). El film describe el desmoronamiento de un matrimonio (interpretado por el propio Ceylan y su hermosa esposa Ebru Ceylan) marcado metaforicamente por el transcurso de las estaciones (de ahi el nombre de la película, como ya se habrán dado cuenta los lectores más perspicaces). El impactante manejo de la cámara digital hace de los fabulosos paisajes turcos (Estambul, las montañas bajo la nieve, las ruinas romanas al sol) el tercer personaje de la historia.
Ceylan ama a Antonioni. Hay un cierto formalismo en su manera de filmar que viene probablemente de esa pasión, como señala Monteagudo en su crítica, pero creo que eso logra que la historia sea aún más sólida. Aunque esa es sin duda la opinión de un formalista patológico.
Una excelente escena del final de la película resume bien toda la historia. Monteagudo la describe en su crítica:
El mejor momento de este tramo, sin embargo, es un prolongado plano secuencia en el interior de una camioneta en la que se adivina el frío y en la que Isa intenta explicar sus sentimientos a Bahar, mientras son constantemente interrumpidos por las diligencias propias de un equipo de filmación en un día cualquiera de trabajo. Ese contraste entre la banalidad cotidiana y un momento crucial en la vida de los personajes le da una intensidad muy particular a la escena.
Aconsejo también la crítica de Diego Batlle en La Nación.
En Arteplex Centro Diagonal Norte 1150 / Arteplex Belgrano Cabildo 2829