Salchichonado
Los franceses utilizan la palabra saucissonnage para definir los cortes publicitarios de una película en la televisión. En el algo remoto período estatista de la televisión francesa, era un tema de debate nacional definir si se permitía uno o más saucissonnages en la película de la noche. Los talibanes de la cultura luchaban a capa y espada contra los polpotistas del mercado.
Recordé esas batallas ya perdidas cuando traté de mirar una serie en Sony, canal de ese cable que surgió como remedio a la publicidad masiva de la tele abierta. Cada vez que aparecía el maldito cartel anunciando el inminente regreso de la serie, ya me había olvidado del segmento anterior, contaminado con Ayudín que mata hasta un 98% de unas bacterias que me tienen sin cuidado, Ala que lava medias de cartón que es un milagro o no me acuerdo que perfume promocionado por no recuerdo que carilindo. Pero lo más indignante eran las propagandas del propio canal, cuyos responsables consideran imperioso exhibir entre cada minúsculo segmento de la seria además de toda la parafernalia de cartelitos móviles anunciando el próximo estreno de una serie irrelevante.
Pagar para tener el derecho de ver propagandas fraccionadas por series o películas es uno de los sofisticados privilegios que tenemos los clientes del cable.
Recordé esas batallas ya perdidas cuando traté de mirar una serie en Sony, canal de ese cable que surgió como remedio a la publicidad masiva de la tele abierta. Cada vez que aparecía el maldito cartel anunciando el inminente regreso de la serie, ya me había olvidado del segmento anterior, contaminado con Ayudín que mata hasta un 98% de unas bacterias que me tienen sin cuidado, Ala que lava medias de cartón que es un milagro o no me acuerdo que perfume promocionado por no recuerdo que carilindo. Pero lo más indignante eran las propagandas del propio canal, cuyos responsables consideran imperioso exhibir entre cada minúsculo segmento de la seria además de toda la parafernalia de cartelitos móviles anunciando el próximo estreno de una serie irrelevante.
Pagar para tener el derecho de ver propagandas fraccionadas por series o películas es uno de los sofisticados privilegios que tenemos los clientes del cable.