Dulce Navidad
Como lo recordó mi hermano durante la cena de nochebuena, en nuestra casa de infancia nunca hubo ni árbol ni parafernalia navideña.
Tal vez sea para compensar esa ausencia de bolas rojas, nieve artificial y pesebre de plástico que desde chico tuve une cierta debilidad hacia las películas con espíritu navideño. No me refiero a torturas más o menos catequistas como Rey de reyes, de Nicholas Ray, sino más bien a ejemplos como Que bello es vivir de Frank Capra o The Shop Around the Corner de Ernst Lubitsch (las dos con James Stewart, el ícono de la navidad middle class norteamericana).
A la distancia, no deja de parecerme extraño el mensaje aparentemente optimista de cada una de estas películas, que exalta el conformismo como la llave de la felicidad.
Como antídoto a esa resignación propongo dos ejemplos de películas navideñas que dejan de lado la exaltación beata del conformismo:
Como antídoto a esa resignación propongo dos ejemplos de películas navideñas que dejan de lado la exaltación beata del conformismo:
1. La extraña Navidad del señor Jack del genial Tim Burton.
2. Le Père Noël est une ordure de Jean-Marie Poiré (creo que nunca se estrenó en Argentina).
Se aceptan otros ejemplos.