Peep Show
El Oscar a Mejor Película Extranjera me mantuvo lejos de ver Las Vidas de los Otros durante su primera semana de exhibición. Ayer claudiqué. La película tiene algunas virtudes, y sus buenos momentos, pero en líneas generales me parece que es lo que podemos temer de una película europea, drama-histórico, ganadora de un Oscar.
Encuentro que una de las virtudes de las buenas películas es hacer de algo pequeño algo universal, encontrar lo común en lo excepcional. Las Vidas de los Otros logra (y creo que esto lo comparte con muchas otras películas sobre la Historia que se hicieron del pelado de oro) exactamente lo opuesto. Transforma el drama de una sociedad en otro particular, se concentra en cuestiones personales, reduce y patetiza lo común hasta transformarlo en algo excepcional ayudado también por dramas pasionales, intrigas, bajadas de línea sobre "como ser un hombre bueno" y muchas, muchas músicas subrayando innecesariamente las tensiones de la historia.
La películas es larga si se la mide en términos de cartelera, pero es muy breve si se tiene en cuenta que en dos horas y media se las arregla para convertir a un espía despiadado de la polícía secreta alemana en un melómano llorón con tendencia al heroísmo.
Pd1, la aparición de Las Vidas... puede considerarse también como parte del "Tema Memoria" en el que parece empecinado el cine alemán, por lo menos el que llega a nuestros cines, desde Good Bye Lenin hasta acá.
Pd2, Y hablando de nuestros cines, la película por aquí es todo un éxito, porque señoras como las que salían ayer de la sala opinan que es "un peliculón", y se lanzan en masa a llorar con el espía arrepentido. El común de la gente pienza que este es el cine arte y creo que eso no es una buena noticia.