Eliseo, Elisa y el budismo zen

Comprendí, o más bien sentí, un satori al descubrir el afiche de la última película de Eliseo Subiela, No mires para abajo. Ese conocimiento intuitivo me liberó, gracias a Dios (o al Bodhisattva) de tener que verla. Recordé entonces la Primera Ley de Perez que estipula que Es legítimo criticar una película, aún habiéndola visto, reforzada por la Segunda Enmienda a la Octava Ley del mismo autor que señala Dime que afiche tienes y te diré que película eres.
Por último, esta mañana volví a sentir la fuerza irresistible del satori, al leer las declaraciones de Elisa Carrió sobre el debate en el parlamento referido al proyecto de modificación del sistema previsional. La conocida mentalista, tan enemistada con el discurso lógico como los monjes zen, compara la situación en el congreso con la experiencia de miles de judíos que fueron llevados con engaños al ghetto de Varsovia y convoca a la Argentina a impedir que salga un nuevo tren a Varsovia.
El Nirvana es la única salvación.