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30.10.06

Bienvenidos al paraiso


Vers le Sud, 2005 de Laurent cantet.
Si Charlotte Rampling es parte de cualquier elenco ahi estoy yo sentado en la butaca solo para admirarla. En este caso al ser el mismo director de Recursos humanos y El empleo del tiempo, el film contaba con una garantía adicional.
Ambientada en Haití de fines de los años 70, la película nos sumerge en el mundo del turismo sexual en paises del tercer mundo con una mirada particular en la soledad y la sexualidad de las mujeres maduras.
El guionista se basa en tres cuentos de Dany Laferriere para introducirnos en este mundo femenino y a su vez hablarnos de pobreza, racismo, prejuicios, amor y vacíos existenciales.
El film es medido y cuidadoso pero de alguna manera no convence. En ese sentido no ayuda ni la ambientación setentista ni la pretención de tal vez hablar de demasiados temas. La cuestión social está tratada demasiado superficialmente en una película que pretende profundidad.
Charlotte Rampling está soberbia como siempre y el resto del elenco acompaña con bastante dignidad, sobre todo el muchacho que hace el papel de Legba.
Aplaudo, eso si, el tratamiento de los matices idiomáticos que hay en este film. El francés nativo, canadiense, el hablado por una americana, el francés haitiano, los distintos acentos del inglés y por último el creole hablado por los haitianos hacen un festival de acentos de lo más interesante.
En definitiva, en mi lista de preferencia de Laurent Cantet, ésta queda tercera después de Recursos.. y El empleo.....

19.10.06

Una Pareja Perfecta



Días después de una separación, mi amigo Mauro, programador del Festival de Mar del Plata, me pasó un DVD de Una Pareja Perfecta y, fiel a su estilo poco complaciente, me dijo: "Tomá. Para que sufras". Aunque nunca se lo confesé (corria el riesgo de perder su amistad), ver Una Pareja Perfecta fué mucho más un placer que una pena.

Es cierto: están allí presentes, en toda su desnudez, cada uno de los instantes que preceden a la separación de una pareja, todos esos momentos incómodos que anuncian lo inevitable, esos detalles que, puertas adentro, hacen de la pareja más perfecta apenas una suma de silencios.

Pero todo esto, que debería haber sido suficiente para cumplir la profecía de Mauro, se salva del culebrón por la discreción del notable Nobuhiro Suwa quien, quizás gracias a sus origenes, toma la distancia necesaria del conflicto como para que estos dos personajes, en las sombras y en silencio, lo digan todo.

Y, como decía el director que Jean Pierre Leaud encarnaba en Irma Vep, la distancia (precisamente) lo es todo.

13.10.06

Pequeña miss sunshine

Se acaba de estrenar ¨Little miss sunshine¨ de Jonathan Dayton y Valerie Faris, opera prima que combina con talento dos paradigmas del cine independiente norteamericano, la road movie y la familia disfuncional (ver en este último rubro ¨Historias de familia¨, The Squid and the Whale, de Noah Baumbach o la más floja Storytelling de Todd Solondz ).
La historia es muy buena y el reparto insuperable. Está el excelente Steve Carell, el jefe de la serie The Office, la maravillosa Toni Collette y el gran veterano Alan Arkin, del que hablámos en algún momento por O Que É Isso, Companheiro? de Bruno Barreto. La cobertura de chocolate del pinino es la pequeña miss sunshine, Abigail Breslin, que nunca había visto. Una pequeña lección de actuación que logra esquivar con gracia la ¨maldición de Shirley Temple¨ que amenaza a toda actriz norteamericana de menos de 10 años.
Distribuye Fox Searchlight.

5.10.06

El costo del celuloide

En la crítica a “La cancion mas triste del mundo”, de Guy Maddin, publicada en Página 12, Luciano Monteagudo se lamenta de que la película llegue al circuito comercial ¨en una devaluada proyección en dvd, como se ha convertido en la mala costumbre para los estrenos más interesantes del año, ya sean de Jean-Luc Godard o Lars von Trier¨.
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/5-4046-2006-10-05.html

El comentario es paradójico ya que es precisamente esa ¨mala costumbre¨ de los distribuidores (Zeta Films en este caso) la que hace viable económicamente que se pueda disfrutar en sala de un tipo de cine que como el de Godard, el de von Trier, el de Maddin, Ishii o Koreeda no tiene lugar dentro del circuito comercial masivo.
La disyuntiva, como ya lo dijimos otras veces, no es entre ver un cierto tipo de cine en soporte fílmico o en dvd, sino entre verlo en dvd o no verlo en sala.

3.10.06

Butacas Vacías

En su edición de hoy el diario La Nación, en su tradicional espacio de los martes dedicado a la recaudación de los estrenos de la semana, señala que "El tigre y la nieve , el otro estreno que logró ingresar en el ranking, tuvo un interesante promedio de casi 500 espectadores por sala y se ubicó en el noveno lugar". A no ser que interesante signifique paupérrimo, es notable que las cifras que hoy significan una buena recaudación sean de menos de la mitad de espectadores que hace un año, cuando por menos de 1000 entradas por sala nadie se enorgullecía...digo yo, ¿a dónde se fué el público...?

2.10.06

Princesas


Princesas de Fernando Leòn de Aranda. No es una pelìcula de niños, no, no, es una pelìcula de adultos que cuenta la historia de dos prostitutas, una dominicana que lo hace por necesidad y otra española, que lo hace ......y aqui empiezan los problemas, no sabemos muy bien porque. Parecerìa que para hacerse un implante mamario, aunque tambièn lo hace por aburrimiento. Va de suyo que la pasan mal, odian a sus clientes, son abusadas, el resto de la sociedad es insensible al problema, etc, etc. En definitiva, una mirada superficial con ìnfulas de mirada profunda.
Ademàs el Sr Leòn de Aranda se toma un tiempo infinito para contarnos esta historia. El especatdor quien ya imagina todo lo que va a pasar solamente ruega que el tiempo se le haga corto.
Las actuaciones de Candela Peñà (Caye) y de Micaela Navàrez (Zulema) son prolijas aunque inneceasrias porque la pelìcula es irremontable. En definitiva, por si no se notò, no me gustò nada.

Palacios plebeyos


Edgardo Cozarinsky acaba de publicar en Sudamericana ¨Palacios plebeyos¨, un exquisito compendio de recuerdos propios y ajenos, de citas, de comentarios, de fotos, referidos a las salas de cine palaciegas ya difuntas o todavía recicladas. Una ¨gramática de la nostalgia¨, como menciona la contratapa, donde las citas de Borges, de Silvina Ocampo, de Wilcock, se mezclan con la prosa de Cozarinsky que ofrece en ¨El caso de las sonrisas póstumas¨, la última parte del libro, ¨la conjunción de un estilo llano, a veces casi oral, y de un argumento imposible¨(como escribía Borges sobre Wells).

Leyendo¨Palacios plebeyos¨ recordé un cine que frecuentaba cuendo era chico, que ofrecía programas triples y en donde un dispositivo bastante rudimentario permitía abrir el techo para ventilar la sala entre cada función. Mirar el cielo desde mi butaca me parecía casi tan improbable como ¨La novia de Frankestein¨ o ¨El Hombre Invisible¨.