El transtextual

Después de recibir duras críticas por comentar películas que no ví ni pienso ver, nuestro querido Eduardo "Quintín" Antín publica en Otroscines un método para hablar de películas que uno no conoce que, dicho sea de paso, está en la línea de mi propia teoría (aún no publicada). Poco después, en su blog, Quintín le dedica varias líneas a XXY, debut como directora de Lucía Puenzo.

Apoyado impunemente en las palabras de este referente, aprovecho la volada para hablar yo también de XXY, película que no ví ni pienso ver.

En principio sabemos que es una película de Lucía Puenzo, hija de Luis Puenzo (quien aquí figura como productor). Esto hace pensar que la película va a ser fuerte, ya que no conviene que el hijo de un artista reconocido debute con pulso tembloroso. En la sinopsis cuenta que el protagonista es un/a hermafrodita, lo que confirma la hipotesis anterior y plantea una nueva: la película, especialmente si esta rodada en un paisaje rural, va a ser premiada en la sección paralela de algún festival. Otra hipótesis confirmada: XXY fue reconocida en la Semana de la Crítica de Cannes. Tercera hipótesis: la película va a tener un pequeño éxito comercial, ya que trabaja Ricardo Darín. Las cifras confirman la tercera hipótesis.

Algún malintencionado dirá que es muy fácil trazar hipótesis cuando ya han sido comprobadas, a lo que otro, subiendo la apuesta, agregará que es algo casi tan fácil como hablar mal de una película que no vimos. Para esos malpensados, aquí una cuarta teoría, aún incomprobada: en XXY trabaja Carolina Peleritti, por lo que asumo que debe haber una escena de sexo, o una donde Peleritti se este abrochando el corpiño o amamantando a un bebé...

Johnnie To juega en primera

Este jueves se estrena Ayer Otra Vez, primer estreno en salas en la Argentina del gran Johnnie To, uno de los directores más respetados y prolificos del cine oriental y del cine de género.

Autor de varias películas editadas en video como Fulltime Killer, y de recomendadas de sucesivos Bafici como Breaking News o Election, Ayer Otra Vez es, me atrevería a decir a riesgo de que me caigan encima los especialistas en cine oriental, siempre al acecho de catástrofes tales como la mala pronunciación del cantonés, se trata de una rareza dentro de la filmografía del ilustre To.

El título de la película (Yesterday Once More, su versión internacional) echa algo de luz sobre este asunto: Yesterday once more también fue el título de una de las aberraciones musicales de los Carpenters. En sus versos, el tema habla de aquellas canciones que escuchamos en la radio y de alguna manera nos retrotraen a un pasado maravilloso, romantico y sereno. Hay algo de melancolía en el género "película de ladrones", y, si buscásemos un segundo género, podemos decir que "Ayer..." es también una película romántica. Una película liviana, aparentemente, preocupada solamente por intrincar un guión pero también, y a mí es lo que más me gustó de la película, bañada en melancolía.

Si la simetría existe, además, podemos imaginar, que como Karen y Richard Carpenter, después de vivir las mieles del amor, esta exquisita pareja de ladrones enamorados pueden terminar algunos años después con ella anoréxica y bulímica y él, el gran Andy Lau, adicto a los barbitúricos. Haría una gran secuela.

Pecha Kucha y el salpicón de mi tía Nena

Además de una razonable cantidad de lugares inhóspitos como el obelisco, la avenida Cabildo o los patios de comida, Buenos Aires siempre ha tenido espacios culturales más o menos generosos. Más allá de los vaivenes de las crisis, nunca dejó de haber gente interesada en participar en ellos y, lo que es aún más sorprendente, gente que buscara generarlos. De trinchera, con presupuestos microscópicos o más confortables, con aportes privados o del Estado, han ido armando una especie de realidad paralela en donde cada vez es más agradable perderse (basta con consultar cada domingo la agenda de Radar).

La Ciudad Cultural Konex es uno de esos lugares. Ya habíamos participado ahi en el ciclo Cine Bajo las Estrellas con películas nuestras y hace unos días los amigos de Brío Producciones Culturales nos invitaron a formar parte de Pecha Kucha, un evento en donde una serie de presentadores exponen sus ideas, proyectos, diseños a través de 20 imagenes de 20 segundos cada una.

La verdad es que fue un placer, pese a la ausencia de nuestro amigo perez. Cuando terminó la presentación, recordé el famoso salpicón de mi tía Nena. Con ingredientes que iba cambiando según una lógica que solo ella dominaba, lograba un plato que milagrosamente siempre gustaba.

Spartan

David Mamet es el director de la muy buena House of Games y el excelente guionista de perlas como Glengarry Glen Ross (El precio de la ambición que aconsejo alquilar hoy mismo),Wag the Dog (Mentiras que matan) y Edmond, película que forma parte del catálogo de 791 y que ya tendrán tiempo de ver o alquilar.

Spartan, título que fue traducido creativamente por Búsqueda desesperada y salió directo a video, es su última película como director estrenada en Argentina.
Es, además, uno de los bodrios más contundentes que haya padecido en los últimos meses. La alquilé víctima de una buena crítica publicada en Radar.

Val Kilmer es el muchachito, el solitario espartano, que debe salvar a la chica (en este caso la hija del presidente de los EEUU), víctima de una red internacional de trata de blancas. Pero la violencia de la esclavitud sexual en un lejano país árabe, es la casita de Heidi al lado de las intrigas despiadadas que asolan la Casa Blanca y que obligarán a nuestro heroe más o menos involuntario a rescatar a la chica sin previa autorización presidencial.
El gran William Macy hace lo que puede y logra escapar al naufragio. El resto de los actores sobrevuela un guión perezoso, plagado de lugares comunes, de escenas ya vistas, de diálogos improbables y de decorados de telgopor.

No sabemos si David Mamet tuvo que afrontar los costos exorbitantes de un divorcio con saña, si tiene deudas de juego que saldar o un pasivo fiscal descomunal.
En cualquiera de los casos, hubiera preferido adelantarle el importe del alquiler sin tener que sufrir esta tediosa tortura espartana.

La Licuadora Coreana

Me habían recomendado THE HOST, hace un par de meses. La película estuvo a punto de ser apertura de Mar del Plata pero finalmente, seguramente alentados por la presencia feminofilica de Cristina K en la apertura (¿y como compensación por la desaparición de la sección La Mujer y el Cine?...no, probablemente no por eso), se eligió finalmente a OFFSIDE, película de Jafar Panahi sobre las mujerees y el futbol, ganadora de algún premio en Berlín, y parte del catálogo de 791cine. En fin, le había perdido el rastro a la película hasta que la encontre en la lista de próximos estrenos, estreno que se concretó el jueves pasado en Buenos Aires.

¿El resumen? Críticas fenomenales (sólo alcanzadas este año por el inolvidable "...LAZARESCU"). 15 copias. 9.000 espectadores. Poca cosa, pero hasta acá los fríos números. Visto desde otro lado, podemos deir que una de las 1.200 personas que fueron a verla a Hoyts Abasto fué Pérez. Y hablar de una película buena es siempre menos divertido que hablar de una mala, y si una película es muy, muy buena (como en este caso), casi que no dan ganas...me quedo con el comentario de una chica que, a la salida de la proyección, le decía a su compañero "no sé, a mi si es de acción es de acción, si es de risa es de risa y si es de miedo es de miedo, qué queres que te diga...". Y, precisamente ahí, lo brillante de THE HOST. La sinopsis (que debe haber angañado a muchos sobre el contenido de la película) es solamente una excusa para una serie de eventos increíbles, llenos de humor, pero también de suspenso y de memorables escenas de acción.

El año pasado, o el anterior, hubo en la Lugones un Ciclo de Cine Popular Coreano. Me acuerdo de una película que era romántica, de acción, ciencia ficción, comedia, drama, y si te descuidás dos o tres géneros más, todos mezclados de una manera increíblemente natural, fluída, sin forzar, un monstruo subversivo maravilloso...THE HOST (como pasaba en algunas otras rarezas coreanas, por ejemplo LA ESPOSA DEL BUEN ABOGADO, o incluso en la japonesa EL SABOR DEL TE), es una de esas pocas oportunidades de ver el trabajo de alguien que mientras trabaja se divierte, y mucho. Lamentablemente, pareciera que esa imposibilidad de encasillarla (¿en qué góndola la van a poner en Blockbuster?), además de las elecciones porteñas, puede haber espantado un poco al público este fin de semana.